Nos encontramos de nuevo ad portas de un evento electoral, quizá el más trascendental de los últimos 16 años.En este punto, una vez decantado el debate sobre las candidaturas en ambos lados del espectro político, la atención empieza a centrarse en los posibles resultados de la elección del 6D.
Como es usual en este tipo de eventos, la dificultad principal que encontramos a la hora de decir algo sobre los posibles resultados del 6D es la de siempre: No existen encuestas de opinión que permitan inferir el comportamiento de los votantes a nivel del circuito, que es la unidad electoral relevante para esta elección. Hasta ahora solo se dispone de varios estudios nacionales, que parecen revelar que, por primera vez en 16 años, la oposición acude a un evento electoral con un claro favoritismo y una amplia ventaja con respecto al oficialismo.
Es cierto que el sistema electoral venezolano tiene sesgos intrínsecos que favorecen al oficialismo en estas elecciones, es muy cierto que hay serios problemas de malapportionment, y ha habido intentos firmes de gerrymandering, pero sin ninguna duda, lo que realmente define al sistema electoral que regirá la elección de representantes a la Asamblea Nacional es su sesgo mayoritario: El ganador se lleva más de lo que le toca. Esta característica producto del mayor peso que tiene el número de diputados electos nominalmente y la legalización del truco de las morochas, que anula en la práctica el principio de representación proporcional, favorece circunstancialmente a la oposición.
El problema es que esta elección no es una elección, sino 87 elecciones distintas, por lo tanto, es bastante limitado lo que uno puede decir acerca del resultado circuital a partir de estudios de opinión nacional. Algunos medios hacen una proyección lineal de las encuestas sobre cada uno de los circuitos, pero este método no solo es incorrecto, sino bastante holgazán. Iñaki Sagarzazu en su excelente blog YVPolis (recomendado), analiza las tendencias históricas de la votación de cada centro electoral, para concluir que la oposición parte con desventaja en la elección del 6D. Sin embargo, el método no incorpora la debacle que está experimentando el oficialismo en todas las encuestas. Por su parte, Bank of America proyecta los efectos de la intención de voto nacional sobre el resultado de los circuitos, prediciendo un amplio triunfo para la oposición. El método es muy informativo, pero el carácter ad-hoc del modelo lo hace algo arbitrario.
¿Qué hacer entonces?
Como mencionamos, la elección del 6D será la agregación de 87 elecciones distintas. Serán esas 87 elecciones por circuitos -y su agregación posterior a nivel estadal- dónde se elegirán 113 diputados nominales, 51 diputados por lista, y 3 diputados indígenas, para un gran total de 167 diputados.
Lo primero es reconocer que cada uno de los 87 circuitos tiene características locales, demográficas y económicas distintas. Ese es el punto de partida para tratar de inferir lo que pasará a nivel de los circuitos. Entonces, en ausencia de datos de opinión que sean representativos a nivel de circuito, no queda otra sino modelarlos basado en supuestos.
¿Cómo?
Nuestro modelo parte del principio de que cada circuito es influenciado por el debate político a nivel nacional, pero que esa influencia es diferente en cada circuito. Modelar esto es una tarea que pudiera ser tan compleja cómo la disponibilidad de datos y tiempo lo permita. Sin demasiado tiempo ni datos entre manos, la estrategia propuesta es simple: Calcular, basado en los resultados históricos de cada circuito, la sensibilidad de la votación oficialista, a una variable medida nacionalmente que resuma las tendencias de “la opinión pública”.
Técnicamente hablando, se trata de estimar, para cada circuito, la elasticidad de la tasa de votación oficialista a una variable de “opinión de situación del país”. La estimación de elasticidades individuales de cada circuito, se basa en 87 regresiones univariadas log-log, utilizando como insumos los resultados históricos de las elecciones en cada circuito y la serie larga de opinión positiva sobre la situación del país de la empresa Datanalisis.
A tener en cuenta:
- Cada elasticidad se debe leer como la variación porcentual del voto oficialista en el circuito, por cada punto porcentual de variación de la opinión positiva sobre la situación del país. Esta medida toma en cuenta el resultado histórico de cada circuito, y lo relaciona con la opinión pública nacional de una manera que es específica a cada circuito.Un elasticidad cercana a cero es indicio de un circuito insensible a las tendencias nacionales, una elasticidad más cercana a uno revela un circuito más sensible a cambios en las tendencias nacionales.
- El modelo es extremadamente simple. Hay, por supuesto, otros muchos factores que pudieran incidir en el resultado por circuito. Por ejemplo, tener un buen/mal candidato de la oposición frente a un buen/mal candidato del gobierno, el efecto de tener un alcalde/gobernador aliado, y otros muchos factores idiosincráticos.
- El modelo asume un escenario totalmente polarizado. No se consideran candidatos "independientes", "terceras vías" o afines.
- A pesar de lo anterior, hay razones para pensar que la predicción puede tener errores, pero estos errores serán insesgados, es decir, no favorecerán a ningún bando y tenderán a cancelarse entre si. Es por ello que la predicción global puede ser más precisa que la predicción individual de cada circuito.
- Como el modelo subyacente es de una sola variable, lo único que se necesita para "predecir" el resultado global de la elección es proyectar el nivel de la opinión "positiva" sobre la situación del país (Datanalisis), antes de las elecciones del 6D. En la encuesta de Julio, solo el 12,8% de la gente consideraba positiva la situación del país.
- Una versión más rudimentaria de esta herramienta demostró ser muy efectiva prediciendo el resultado de las elecciones parlamentarias del 26S de 2010.
Resultados:
Los resultados de las 87 simulaciones de voto por circuito, más su agregación, nos permitió construír un "simulador de resultados del 6D", que utiliza cómo insumo único la variable de "% de encuestados que piensa que la situación del país es positiva" medida por Datanalisis.
La última encuesta Omnibus de Datanalisis de Julio 2015 indica que solo el 12,8% de los encuestados considera como "positiva" la situación del país. Esto es una caída de 77% con respecto al nivel que tenía este indicador en abril de 2013.
De acuerdo al modelo de inferencia, en un escenario como este la MUD obtendría aproximadamente 56% de los votos, que se transformaría en una mayoría parlamentaria de 105 diputados, desglosados en 74 diputados nominales, 30 diputados por lista y un diputado indígena.
Sr. Patricio
ResponderBorrarNo puede acaso la elasticidad ser negativa y también > 1 o < -1?
¿En Monagas el chavismo pasa de dominio absoluto, a no sacar ni un diputado lista? Muy bueno para ser verdad, ¿No?
ResponderBorrarEs un excelente trabajo, que incorpora eventos pasados. (Curiosamente esta será una elección que las pasadas poco ayudarán a predecir). El único tema es que la encuesta Datanalisis no tiene cobertura nacional como la puede tener IVAD. Que no incorpora, y es muy difícil medir hoy: 1) Creación de nuevos centros de 1 o 2 mesas, muchos de ellos en consejos comunales o edf. de Misión Vivienda. Afectación estimada de 300 mil votos. 2) Abstención. No es lo mismo correr esto bajo una participación de 70% que una de 55-60%. Resultados diferentes. 3) Una variable clave los últimos 20 meses es SALIDA DEL GOBIERNO, diferente a aprobación presidencial o intención de voto.
ResponderBorrarEn nuestro trabajo, los resultados más recurrentes en el modelaje de escenarios son de 47%-53% Diputados para cada bando, llegando otros a 49%-51%. Participación 61-65%.